Con cierta tristeza paso a percibir un reclamo de jóvenes talentos por el poco reconocimiento a sus obras. En la Biblioteca del Congreso Nacional estamos orgullosos de contar con estas nuevas obras y ponerlas al alcance de todos los ciudadanos interesados. Personalmente me faltaran años para leer todas estas obras y me alegra pensar que quedaran disponibles para ser conocidas en la posteridad .
Conscientes de penetrar al santuario de un alma nos asomamos así a esta ópera prima de Arapreta , seudónimo de Araceli Delvalle.
En Heredad nos recuerda nuestra estirpe de mujeres fuertes y guerreras con sangre valerosa corriendo en nuestras venas. “La humilde mujer paraguaya de trenzas floridas” ya salió de ese estereotipo, ¿ o no? .
Enrique, no se quien será, pero pobre angá, apenas “una chispa” y “se apagó”. Y bueno, siempre hay algo que aprender. Y entramos en una Metamorfosis por la cual debemos transcurrir si queremos caminar hacia la alegría. Con la obstinación de la poetisa, aún la esperanza se divisa a lo lejos……
Y a tantos “Machos alfas” sueltos por ahí, bien les vendría recordar: “ La mujer se revela, la esposa se te va, la esclava te renuncia, la niña no te ama más.” (Pag. 58 ).
Pasión, amor, vida, tanto que agradecer.
