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Corazones en Atlántida

 

En los finales de la década del 60 , no había un hogar en los Estados Unidos en donde no estuviera un ex soldado de Vietnam, acabado, con suerte si no era físicamente, estaba sicológicamente destruido, simplemente mirando al vacío de indescriptibles terrores vividos.

 

Con su magistral pluma Stephen King, recorre esa época y la pone al alcance de aquellos que no la vivieron.

 

Si bien, el solo nombre de Stephen King me produce pánico, no puedo dejar de caer una vez más, hipnotizada en la trama espeluznante de su obra.

Es interesante notar que cuando el niño protagonista en las primeras páginas se refiere al “viejo”, visualizo al actor Antonhy Hopkins, quien evidentemente , por la portada, protagonizó la película de Warner Bross, con este mismo título y que yo no vi.

 

Y como dice Bobby, “¿A quien le interesa saber cuanto estaño se produce en Paraguay?” Todo vale, y aunque esta traducción parece muy españolizada, demasiados modismos que no todos los de habla hispana conocemos, dificulta un poco y hasta podría aburrir su lectura. No obstante nos adentramos en el texto.

Hacia 1966 empiezan a observarse en las universidades los primeros signos de la revolución hippie : “un círculo con algo parecido a la pata de un gorrión adentro”. Muy pocos sabían que luego representaría al símbolo de la paz. Me entero de donde proviene este signo: del “código de señales de la marina británica “ . La línea vertical significa “N” (Obviamente en Inglés) y las dos líneas laterales a 45 grados, significan “D”. Señales realizadas con el cuerpo, “ND” sería “Desarme Nuclear”. Chicos y chicas fumaban mucho, Pall Mall y Chesterfield, con sus encendedores Zipo. Pronto, después , fue marihuana.

La guerra en Vietnam marchaba bien ; en Honolulu, Johnsson era recibido por bailarinas del hula hula mientras el ordenaba liquidar a los Vietcongs. Jóvenes norteamericanos morían como moscas, el que podía se escondía como podía, y el resto protestaba .

En unos tres años más , me paseaba por ahí, aún me queda una foto de mi visita a Greenwich Village en Nueva York.

 

Todo esto empieza a detallarse hacia la mitad del volumen. Bobby, ya con 17 años se me pierde en la historia. Si no está estudiando, seguro será reclutado por el Tío Sam.

 

Corazones: un juego de cartas; en la Atlántida: un lugar perdido en las profundidades del océano; mortal : como todo lo que escribe Stephen King. Los terrores de Vietnam: definitivamente son reales, o casi , aunque creo, por primera vez, que King parece no igualarse ni superar a la horrorosa pasada realidad. Una locura. La vida sigue.

 


Corazones en Atlántida

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