Habiendo pasado ya por todos los “estados” posibles, este libro no me sorprende , aunque concuerdo absolutamente con las palabras de su autora desde el inicio.
Históricamente hemos sido educadas para casarnos y tener una familia. Esto ya casi no es así aunque aún quedan trazas inconscientes de estas enseñanzas. No obstante , está creciendo el número de mujeres independientes y seguras de sí mismas que se está tomando todo con más calma y así también a los hombres , de quienes disponen según su conveniencia y nada más. Me parece muy bien, y ojalá esta nueva actitud nos lleve a una vida más feliz y realizada para el bien de todas las mujeres en la trama universal.
“El final es abierto, como la vida. Hay muchos caminos posibles para ser feliz y sentirse plena. Solo resta animarse”.
