Laura es una narradora oral y en esta obra transcribe al papel algunos de sus cuentos. Leerlos es un placer y escucharlos cuando ella los cuenta no tiene igual.
El Ayvu es el sonido de su alma que aquí nos presenta en tinta y papel. Con simpatía y luego de algunas visitas al sicólogo la autora nos cuenta que siendo la sexta hija de la casa, ya ni nombre le pusieron. Su madre ya habrá estado un poco cansada y le tocó a su hermana encontrarle un nombre, así que le dio el nombre de su maestra Laura e Inés pues en ese momento estaba haciendo un trabajo sobre Santa Inés. En otra ocasión, en algún momento se perdió el “ombligo” de Laura que la mamá guardaba cuidadosamente en una lata hermética para que sus hijos crecieran serios y equilibrados. Laura no bajaba de los árboles desde donde ya volaba con su imaginación.
Escuchar a Laura nos transporta a otros mundos, leer esta obra permite a los que no pueden hablar con ella , visitarlos.
Desde la Biblioteca y Archivo Central del Congreso Nacional Augusto Roa Bastos valoramos esta donación de la autora , obra que queda a disposición de todos los interesados en conocerla.
