De alguna manera u otra, nuestra generación lo vivió y no me es muy grato recordarlo.
Por otro lado, habiendo sobrevivido a esa época y a la pandemia actual, aplaudo de pie esta obra, en la esperanza de poder seguir participando de tiempos mejores , libres y sin mascaras que cubran nuestra expresión.
Nunca mejor expresado : ….
” Vivíamos enfermos de paz
Nos dolía la paz
Nos torturaban en nombre de la paz.
La paz había sido decretada oficialmente
y estaba prohibido dudar de la paz
establecida”.
(Pag. 7) ( De “Tiempos de paz” (1972) de Bartolomeu Meliá ).
Se nos ponen los pelos de punta desde la primera página. Yo estaba embarazada de mi primogénita y se me ocultaba casi todo lo que nos pudiera afectar. En mi casa se vivía el “no te metas”, aun así, algunos miembros se metieron y los que aún están vivos, ya nunca volvieron a ser los mismos.
Constituye esta obra todo un documento histórico. Ya rondando mis 71 añitos, lo único que no me simpatiza es la mención a “la sexagenaria cantante” (Pag. 81), supongo que hace referencia a “la diosa morena de la canción “ que enamoraba a todos. En la obra ella es referida como “casi una anciana”. Pero ¡ish !! ¡ anichéne!! (Glosario pag. 121).
Y llegamos al final del libro, pero no de la memoria.
Confieso que tuve miedo, antes y ahora. Sepultando estos miedos muy profundamente, ahora me voy a bailar tango (con mascarilla), y seguimos.
De vez en cuando, tengo tremendas pesadillas.