En el puerto de la Habana, escuchándose a lo lejos sobre las olas del mar, la rumba de los ricos, explota todo de pronto, en aquella dulce isla que alguien se arevió a llamar Cuba Libre.
Corrían los tiempos de 1898, Roosevelt en Washington, la corona española en el gobierno, los insurrectos en los montes cubanos.
En la dura batalla se despierta la pasión entre un cowboy americano Ben, y Amelia, la bella amante de un poderoso hacendado.
Peleando por sus vidas y al son de ¡Viva Cuba libre! se desarrolla la historia y finalmente ocurre lo que nadie quiere que ocurra: la obra termina.
Así, y mientras el cowboy entra en la desierta calle de la Habana, montando a su yegua parda, la heroína Amelia escapando de su amante que la tenía secuestrada, corre al encuentro del jinete arrojándose a sus brazos y apretándose entre el fusil y los revólveres que el tiene ajustados a su cuerpo.
Mientras cierro esta obra , redactada en idioma inglés, escucho en mi mente los sonidos de un western cuyo título no recuerdo, pero que si recuerdo, lo disfruté mucho al igual que esta interesante novela.
Amable lector, no solicite aún este libro, pues como ayer Cuba, hoy todos nosotros, nos encontramos luchando tambien contra la imperante corrupción y el maligno virus que nos mantiene en casa en cuarentena.
Espero volver a encontrarlos pronto a todos sanos y salvos y que podamos seguir disfrutando de las bellezas que nos ofrece la Biblioteca y Archivo Central del Congreso Nacional.
