El derecho romano y sus conceptos constituyen las bases sobre las que se han edificado los sistema jurídicos de los países de habla hispana. La comprensión de la teminología utilizada por nuestro Derecho requiere así un pleno conocimiento del sentido que tal terminología tuvo en el sistema que le dio origen, el Derecho Romano. Ese sentido, sin embargo, no ha sido el resultado de un acto de creación inspirada o de la formación en abstracto de una estructura lógica sino que es, por el contrario, el producto de cinetos de años de evolución.